A menos de 24 horas de que abran las urnas de los comicios generales 2022, para los cuales están convocados poco más de 3,5 millones de electores a fin de escoger al presidente, dos vicepresidentes y los 57 diputados a la Asamblea Legislativa (parlamento), esas dos problemáticas aparecen entre los retos futuros, junto a la recuperación económica y el rezago educativo.
Cifras oficiales reflejan que un millón 200 mil costarricenses están en la pobreza, del total de cinco millones 161 mil 23 habitantes de esta nación, mientras de la primera cifra 400 mil viven en la miseria extrema, algo que para muchos constituye una vergüenza, dada la riqueza del país.
Muchos analistas explican lo anterior en que Costa Rica es hoy uno de los 10 países más desiguales del mundo, es decir, mientras unos pocos poseen enormes recursos, la mayoría vive en condiciones paupérrimas, al tiempo que va desapareciendo la llamada clase media, situación agravada aún más por la pandemia de la Covid-19.
Asimismo, señalan que los casi 23 meses de pandemia de Covid-19 vinieron a profundizar otro de los problemas de este país, el rezago educativo, pues cerca de 450 mil estudiantes carecieron de los equipos técnicos y la conexión para recibir la clases de manera virtual, lo cual los colocó en desventaja y agravó la desigualdad en este campo.
De ahí que entre las soluciones y, a la vez constituyen también retos, los expertos mencionan la recuperación económica, con lo cual se generarían nuevos empleos -cerca del 20 por ciento de población desempleada- y los recursos para fortalecer los programas destinados a eliminar la pobreza, que hasta ahora han resultado ineficaces en lograrlo.
La lucha contra la corrupción también está en la lista de las soluciones y desafíos, pues ya va siendo común en Costa Rica que cada Administración, desde hace varias décadas y de cualquier signo político, tenga su propio escándalo debido al mal manejo del erario público por parte de los funcionarios encargados de velar por su correcto uso.
Los analistas locales consideran además la necesidad de eliminar impuestos que nada resuelven y solo afectan y empobrecen aún a los más vulnerables de la sociedad, al tiempo que indican que los más poderosos deben aportar más para resolver esos grandes desafíos, lejos de presionar constantemente para ser beneficiados o no perder privilegios.
Al respecto, mencionan la paralización o no aprobación de proyectos de ley en la Asamblea Legislativa que obligarían a los más ricos a pagar más, o que cerrarían portillos a posibles actos de corrupción, como lo es la reelección indefinida de alcaldes y otros cargos públicos.
Todo lo anterior queda confirmado por los resultados de una reciente consulta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica, la cual reveló que la principal preocupación de los ticos es la corrupción, con un 23,7 por ciento, seguida del desempleo (20,1), y la carestía y la situación socioeconómica (17,3).
De ahí que sea quién sea el ganador de los comicios de este domingo o del balotaje de abril venidero, en caso de que no haya vencedor mañana, tendrá ante sí el difícil reto de resolver todos esos problemas que agobian a los costarricenses.
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