El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) anunció la investigación, mientras reveló que, al parecer, unas seis personas se reunieron en un garaje del centro de Washington, D.C.
Entre los participantes destacan el líder de Oath Keepers, Stewart Rhodes, y el presidente de Proud Boys, Enrique Tarrio, ambos fieles seguidores del expresidente Donald Trump (2017-2021), acusado de incitar la insurrección.
De acuerdo con informes oficiales, solo Rhodes fue acusado de «conspiración sediciosa» tras la los disturbios.
El otro líder no se encontraba en el Capitolio en el momento del ataque, pues presuntamente abandonó Washington tras la reunión.
En junio del año pasado, Tarrio restó importancia a la reunión al decir que fue un encuentro insignificante y afirmó que los Proud Boys no participaron en la planificación del ataque mortal del 6 de enero en el Capitolio.
«Por casualidad, yo estaba dentro de ese aparcamiento. Fue una reunión casual, no premeditada», dijo el extremista.
Según testigos, la líder del movimiento Latinos for Trump y Latinos For America First, Bianca Gracia, y una abogada de Oath Keepers, Kellye SoRelle, también formaron parte de la cita.
SoRella dijo a la prensa local que durante la reunión no conversó sobre los planes para el día siguiente, sino que discutió meramente sobre temas políticos.
Tanto los Oath Keepers como los Proud Boys son grupos de extrema derecha que, junto con Tarrio y Rhodes, han sido citados por el panel del 6 de enero.
Dieciocho miembros de los Oath Keepers han sido acusados por un gran jurado federal en relación con el ataque hasta ahora, al igual que al menos 34 personas relacionadas con el otro grupo de extrema derecha.
Las autoridades aseguran que los miembros de ambos movimientos estaban armados el 6 de enero del 2021, día en que una turba de seguidores del exmandatario republicano irrumpieron en la sede de Congreso para intentar frenar la victoria de Joe Biden en las elecciones de noviembre del 2020.
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