Durante el miércoles y jueves, cientos de ellos salieron a las calles de la capital para reclamar el aumento de hasta mil 500 gourdes (unos 15 dólares) por jornada, además de beneficios sociales.
Los manifestantes recordaron que su salario se mantiene inmóvil desde 2019, a pesar de que la inflación superó el 24 por ciento, lo cual según las leyes obliga a los empleadores a ajustar los honorarios.
La protesta fue reprimida por la Policía con gases lacrimógenos, al menos 13 resultaron heridos.
Télémaque Pierre, portavoz de la Plataforma Sindical de Fábricas Textiles Batalla Obrera, confirmó que algunos trabajadores cayeron al suelo, pisoteados por los manifestantes, entre ellos Pierre Minalda, una obrera embarazada tuvo que acudir al hospital Ofatma para recibir tratamiento, mientras Jean Simon Carline está herido en la cabeza.
El sindicalista alertó a los empleadores que continuarán sus movimientos de protestas si no son atendidas sus demandas y anunció que se mantienen movilizados.
En su más reciente informe, el Instituto Haitiano de Estadísticas reconoció el aumento de los productos de primera necesidad, mientras el combustible duplicó sus costos, así como también los servicios.
Todo ello mientras el país experimenta una profunda crisis política y económica y más del 40 por ciento padece inseguridad alimentaria, y cerca de un millón de personas se encuentra en estado de emergencia, cifras que se dispararon tras el terremoto del 14 de agosto.
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