Shea llamó por teléfono al primer ministro Najib Mikati para solicitarle que evitara el cumplimiento de una citación judicial contra el jefe de la principal institución prestamista libanesa.
A Salameh lo acusan de mala gestión, de la cual derivó la peor crisis financiera y económica en décadas en el país con costas al mar Mediterráneo oriental.
El llamamiento de la diplomática norteamericana se sumó a preocupaciones de otras legaciones extranjeras que demandaron de sus funcionarios abstenerse de cualquier paso tendente a empeorar las relaciones con Beirut.
En un comunicado, tales embajadas sin identificar por los medios locales, recordaron que no deben traspasar una línea roja con respecto a las elecciones parlamentarias libanesas.
Aunque advirtieron que adoptarán medidas contra las formaciones políticas interesadas en obstruir el ejercicio comicial previsto para mayo venidero, según el diario al-Joumhouria (La República) que reprodujo declaraciones de fuentes anónimas, pero creíbles, dijo.
Los diplomáticos preguntaron sobre los recientes acontecimientos vinculados con el caso Salameh sobre el cual cuestionaron si arrestarlo e interrogarlo ayudará a Líbano en sus negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
oda/arc