La hoja de la daga proviene de un meteorito octaedrita, aseguró el equipo nipón luego de realizar análisis químicos bidimensionales no destructivos a la reliquia desenterrada en 1922, junto al resto del ajuar funerario del faraón Tut (1334 – 1325 antes de nuestra era).
En el metal figuran puntos negros ricos en azufre, probables restos de inclusiones de troilita que, junto a la presencia del patrón de Widmanstätten, sugieren una forja a baja temperatura.
Para analizar la pieza museable de 35,2 centímetros de largo los científicos utilizaron cámaras de alta sensibilidad y resolución, así como un instrumento analítico portátil de exploración por fluorescencia de rayos X.
El estudio, publicado en la revista Meteoritics & Planetary Science, apunta además hacia el origen extranjero del arma real, pues el método de fabricación de la empuñadora de oro comenzó en Egipto durante el período ptolemaico (305-30 antes de nuestra era).
La técnica consiste en el uso de cal en lugar de yeso como material adhesivo para las decoraciones en la empuñadura, cuyos referentes más antiguos se remontan a la ciudad de Mitanni en Anatolia, Turquía, unos 4 mil 300 años atrás, precisó el texto.
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