El jefe de Estado intervino en el acto, en el cual fue izada la bandera, y destacó “la fuerza espiritual de la patria”, que permitió luchar de forma exitosa contra la Covid-19 y sus efectos negativos en la salud, la economía y en todos los ámbitos sociales.
Manifestó era un motivo de satisfacción personal y orgullo cívico para un ciudadano rendir honor a los símbolos que representan su nacionalidad y es una muestra de respeto y fidelidad, el cual ennoblece y engrandece al mismo y a la nación.
«Eso es lo que estamos haciendo en este momento que tiene vocación de permanencia, tributarle honores a la enseña tricolor, la cual nos representa en el mundo como nación libre, soberana y democrática», dijo Abinader.
Agregó el mandatario que ese sentido ha acompañado desde los esfuerzos previos a la independencia, en la concepción misma de La Trinitaria, nombre cristiano y núcleo ideológico de la dominicanidad y la independencia, proclamada el 27 de febrero de 1844 y se hizo patente durante todo el trayecto histórico para consolidar la identidad dominicana.
“Nos inclinamos respetuosos ante el pabellón nacional porque representa las luchas heroicas de nuestro pueblo por la autodeterminación, la soberanía, la democracia y la justicia social», expresó el mandatario.
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