Más de 6,8 millones de los belarusos aparecen en las listas de votantes, para los que fueron habilitaron desde las 08:00, hora local, hasta las 20:00, un total de cinco mil 510 colegios electorales en toda la nación.
Según la Comisión Electoral Central, fueron creadas todas las condiciones necesarias para cumplir con los requisitos sanitarios y epidemiológicos prescritos por el Ministerio de Salud, como parte de la lucha contra la propagación del Covid-19.
Informó que fueron acreditados 194 observadores internacionales, entre ellos expertos occidentales. De ese total, 144 personas representan la misión de observadores de la Comunicad de Estados Independientes (CEI).
Las tarjetas de votación incluyen una sola pregunta: ¿acepta enmiendas y adiciones a la Constitución de la República de Belarús? Los participantes deberán marcar “a favor” o “en contra”.
El sufragio es universal, libre, igual y secreta y en ella pueden participar los ciudadanos mayores de 18 años. Se considerará válido si en él participa más de la mitad de los ciudadanos incluidos en las listas de votación.
El anteproyecto de la nueva Carta Magna fue redactado por la Comisión Constitucional que comenzó su labor en marzo de 2021 y, entre varios puntos, las enmiendas prevén la limitación a dos mandatos consecutivos de cinco años la permanencia en el cargo de presidente de Belarús.
También establecen que ningún exmandatario será procesado por las acciones relacionadas con el ejercicio de sus funciones.
Otros cambios están relacionados con la preservación de la identidad y la soberanía nacional, las tradiciones culturales y espirituales; y con la protección de la verdad histórica, la memoria de la Gran Guerra Patria y el heroísmo del pueblo, así como la enseñanza de los ideales patrióticos.
Las enmiendas proponen la creación de las condiciones para la protección de los datos personales y la garantía de la seguridad de la persona y la sociedad en su uso, así como la exclusión de la agresión militar del país contra otros, lo que otorga a Belarús el estatuto de Estado con una política exterior pacífica.
Otra propuesta promueve el fortalecimiento de la responsabilidad del Estado para el desarrollo de la energía nuclear pacífica, así como para garantizar la seguridad en la producción y el uso de la energía nuclear.
Las autoridades belarusas manifestaron su interés de proporcionar todo el apoyo necesario para la celebración del referendo, de acuerdo con la legislación nacional.
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