El debate de la moción estaba próximo a terminar, cuando el presidente Pedro Castillo, en un mensaje por la red Twitter, anunció que había aceptado la dimisión de Silva ante lo cual el Congreso de la República cayó en el desconcierto.
La presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, manifestó al pleno legislativo que, en vista de que el Gobierno no había comunicado la renuncia, por lo que esta carecía de validez y el pleno tendría que votar la moción de censura.
Sin embargo, ante la protesta de la bancada oficialista contra una votación que ya no tenía sentido, Alva suspendió la sesión y convocó a los voceros de las bancadas a una reunión que resolvió esperar la comunicación, que finalmente llegó.
Durante el debate previo, un sector propugnaba censurar (cesar) al ministro por diversos cuestionamientos, sobre todo la declaración de una empresaria investigada por corrupción sobre la supuesta existencia de una red de corrupción gubernamental en la que participarían Castillo y Silva.
Quienes se oponían a la censura o anunciaban su abstención, argumentaban que la acusación estaba pendiente de investigación y corroboración y el desenlace era incierto.
La sesión congresal continuó y se presentaron mociones de interpelación a los ministros de Justicia, Ángel Ildefonso, y Salud, Hernán Condori, por no ser supuestamente idóneos para esos cargos.
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