La nueva medida permite la entrada diaria de cinco mil extranjeros no residentes en Japón que arriban al país sin motivos turísticos, lo cual implica un aumento de mil 500 desde la adopción de las restricciones en noviembre de 2021.
Aquellos recién llegados que posean esquemas de vacunación completo (tres dosis) y procedan de países con la situación sanitaria controlada serán eximidos de realizar la cuarentena obligatoria.
Por otro lado, quienes no cumplan con los requisitos, incluidos los ciudadanos japoneses, deberán permanecer solo tres días en aislamiento domiciliar y dar negativo a una prueba del virus en la última jornada de ese periodo.
El gobierno valorará un incremento paulatino de la cifra de visitantes foráneos mientras mejora la crisis pandémica global, pero los estimados de 64 mil entradas diarias de antes de la Covid-19 figura como un horizonte lejano.
Expertos calculan que medio millón de estudiantes, profesores, trabajadores extranjeros acreditados como pasantes técnicos y viajeros de negocios han esperado para entrar a Japón durante casi dos años, divulgó el periódico Asahi Shimbun.
Las reglas estrictas, establecidas en el penúltimo mes de 2021, encontraron fuertes críticas dentro de las comunidades empresarial y académica del país, diferente a la percepción popular.
El turismo receptor, que cayó cerca del 90 por ciento en 2020 con respecto al año anterior, es otro de los sectores económicos que más ha sufrido las prohibiciones de viaje, con pérdidas millonarias para la industria.
Los contagios por el virus respiratorio dentro de Japón mantienen una ligera tendencia a la disminución, pero el sistema de salud continúa sobrecargado, con altas tazas de ingreso hospitalario.
El último parte del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar recogió más de 51 mil 300 nuevas infecciones y 198 muertes.
De esta forma, Japón supera los cinco millones de personas positivas y los 23 mil 600 decesos desde el surgimiento de la pandemia.
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