La Comisión Electoral de Circunscripción para el proceso de consulta popular al respecto, presidida por la embajadora aquí, Zulan Popa, abrió cauce a un enriquecedor intercambio de opiniones, señalamientos y aportes al documento.
Los participantes concordaron en el propósito de forjar núcleos fundamentales de la sociedad en los que primen el amor y el respeto, con igualdad de derechos de hombre y mujer, libres de violencia.
En este sentido se destacó el reconocimiento a la inclusión y la diversidad de composición familiar a plasmarse prospectivamente en actos matrimoniales libres de fuerza legal, que algunos marcaron en un proceso progresivo y otros interpretaron como “Código para el futuro”.
Algunos pusieron su mayor énfasis en lo estipulado para niños, niñas y adolescentes, la importancia de su protección y formación y el protagonismo de abuelos y otros vínculos en un enfoque de más amplitud participativa.
De igual forma se compartieron preocupaciones hacia el adulto mayor, en condiciones de soledad vulnerable, y acogieron en términos encomiables las previsiones de cuidados sociales planteadas en el nuevo Código.
Entre otras apreciaciones emitidas resaltaron que se trata de un proyecto de esencia ética, fomentador de valores, exhaustivo en todo lo que atañe a las familias y garantizador de derechos.
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