Agregaron que también incluyen en dicha clasificación los productos pirateados, una tendencia, expresaron, que prosperó por la pandemia de la Covide-19 debido a la adaptación de los delincuentes a la nueva demanda mundial.
El informe conjunto, basado en datos de toda la Unión Europea (UE) y en la información operativa de Europol, confirma que la falsificación y la piratería siguen constituyendo grave amenaza para la salud y la seguridad de los consumidores.
Especifican que la crisis sanitaria permitió nuevas oportunidades para el comercio de productos de este tipo.
Dicho estudio lleva por título Evaluación de la amenaza de los delitos contra la propiedad intelectual, y explicó que las importaciones de productos falsificados y pirateados alcanzaron los 119 mil millones de euros en 2019.
Resaltó asimismo que existe un comercio creciente de productos falsificados que pueden dañar la salud humana, como medicamentos, alimentos y bebidas.
Al mismo tiempo, subrayó que en los últimos años se detectaron cada vez más productos farmacéuticos adulterados, que van desde diversos medicamentos hasta equipos de protección individual o mascarillas.
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