La demanda fue presentada originalmente en 2014 por la Organización No Gubernamental (ONG) Klimaatzaak (Caso del Clima), y desde entonces, decenas de miles de personas han firmado una petición para convertirse en co-demandantes.
Los argumentos orales en el caso entraron en su último día el viernes, y el veredicto se esperaba antes del comienzo del verano.
Este es probablemente el caso judicial más grande en la historia legal de Bélgica, dijo a la cadena alemana DW el embajador de Klimaatzaak, David van Reybrouk.
Según Van Reybrouk, el argumento fundamental es que las políticas climáticas belgas están poniendo en peligro los derechos humanos ahora y en el futuro.
Los demandantes exigen a las autoridades que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55 por ciento de los niveles de 1990 para 2030, y aseguran que el estado no ha cumplido con los objetivos climáticos internacionales establecidos en 1992.
En 2019, la ONG ambientalista Urgenda ganó un fallo contra el gobierno de los Países Bajos, lo que inspiró demandas al respecto en toda Europa, y veredictos similares se emitieron en Irlanda ese año y Francia en 2020.
Actualmente existe una demanda colectiva que se abre paso en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y presentado por un grupo de jóvenes de Portugal, que acusa a 33 países de ‘no hacer su parte para evitar la catástrofe climática’.
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