La medida patrocinada por los senadores Mark Kelly (demócrata de Arizona) y Maggie Hassan (demócrata de Nueva Hampshire), que se enfrentan a competitivas carreras de reelección, suspendería el impuesto federal sobre la gasolina de 18,4 centavos por galón hasta enero del 2023.
De acuerdo con la publicación The Hill, la idea nunca ha ganado mucha tracción entre los miembros que se identifica con el color azul (D) porque el impuesto es la principal fuente de ingresos para reparar carreteras y puentes federales.
Sin embargo, los senadores demócratas temen que el aumento del precio de la gasolina, acelerado -según expertos- por las sanciones impuestas por Washington a Rusia debido a la crisis bélica en Europa del Este, se ha convertido en una «crisis» doméstica.
Según el analista Alexander Bolton, en un artículo publicado en The Hill, esa fuerza política busca ideas para mantener los crecientes costes bajo control.
«Hemos considerado muchas medidas. Esa es la naturaleza de la crisis en la que nos encontramos», dijo el senador Bob Casey y añadió que no hay duda de que estamos viendo un aumento acelerado de los precios de la gasolina y los alimentos.
El gobernador de Pensilvania, Tim Wolf, fue uno de los seis gobernadores demócratas que escribieron el martes una carta a los líderes del Congreso pidiendo la suspensión del impuesto federal a la gasolina.
«La suspensión del impuesto federal ser;a una herramienta para reducir los costes de los estadounidenses, y les instamos a dar toda la consideración posible a esta propuesta legislativa», escribieron.
El gobernador de Maryland, el republicano Larry Hogan, está trabajando con los demócratas en la legislatura estatal para adoptar una suspensión de emergencia de un mes del impuesto sobre la gasolina de su estado. Esto reduciría el coste de la gasolina en 36 céntimos por galón en ese territorio.
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