En entrevista con Prensa Latina, Yuliesky Amador, miembro de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, enfatizó que el documento no copia la realidad de otras regiones y las impone a la isla, sino que recoge de mejor forma las dinámicas familiares actuales.
“Estamos ante un proyecto que nos beneficiará a todos y todas como ciudadanos, que fortalece a las familias y su sistema de valores como célula fundamental de la sociedad desde el respeto, la comprensión, el amor, la protección legal para todos como expresión del espíritu culto, humanista, justo e inclusivo que distingue al país”, comentó.
En opinión del experto, la consulta popular sobre el texto que se desarrolla hasta el 30 de abril próximo, permitirá construir de manera colectiva una norma jurídica que refleje la realidad, pero un elemento esencial para este proceso es la lectura previa de manera responsable por parte de los electores.
“Debemos entender la importancia de no sacrificar todo el Código por el hecho de que podamos o no estar de acuerdo con algunos de sus elementos”, enfatizó el miembro del proyecto Justicia en Clave de Género de la Unión Nacional de Juristas.
Según el especialista, un amplio debate en Redes Sociales y en Internet acompaña los artículos; no obstante, existe mucha manipulación sobre los verdaderos contenidos que se proponen.
“Desde hace mucho tiempo la verdad a medias, la tergiversación de ideas y la reiteración de mentiras se han utilizado como armas filosas en la web para sacar de contexto y confundir a los públicos en temas de interés”, subrayó Amador.
De acuerdo con el profesor de la Universidad de Artemisa (occidente), en este camino se explotan temas de alta sensibilidad que pueden crear descontento y un índice elevado de opiniones desfavorables.
En la mayoría de los casos son noticias en las cuales se acude a la fragmentación del cuerpo del texto, usando sus partes a beneficio de quien escribe para “consolidar” su posición, aún cuando en el mensaje prime la desinformación y la mentira sobre la realidad, opinó el experto.
Amador denunció la “burda campaña de manipulación” sobre los contenidos del proyecto que busca atacar lo que realmente aparece en la propuesta y en ocasiones, utiliza la vieja técnica de ir también contra los mensajeros.
“Ante esa situación la razonabilidad debe primar en lo que se proponga, solo de esta forma podremos afirmar que estamos realmente participando en un proceso de construcción colectiva”, enfatizó.
El experto calificó al texto como el Código de la inclusión, de la no discriminación, de la igualdad, de las oportunidades y las alternativas.
Según el cronograma previsto, luego de la consulta popular en la que participan más de siete millones de electores, el proyecto se llevará nuevamente al Parlamento para su probación y después el pueblo cubano, en referendo popular, decidirá si quiere o no adoptarlo.
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