El embajador cubano en Tokio, Miguel Ángel Ramírez Ramos, destacó la importancia de las discusiones del estatuto en el exterior, pues así participa un amplio sector de la población antillana que también desea contribuir con sus opiniones a la concepción de una ley de suma relevancia para el desarrollo de la sociedad a la que pertenecen.
Ramírez Ramos acotó que esta práctica inició durante la consulta popular para la reforma constitucional de 2019 e involucra de forma paralela a los cubanos residentes, quienes trasladan sus preocupaciones, ideas e intereses a través de plataformas digitales.
La propuesta de legislación refleja cambios sociales y realidades que deben adaptarse al ámbito jurídico, dijo Dairon Ojeda Bravo, miembro del cuerpo diplomático acreditado en la capital japonesa.
“Expresa la voluntad popular de garantizar un futuro inclusivo y mejor para todos”, agregó.
Somos testigos de un acontecimiento trascendente a nivel internacional, democrático y de gran impacto en nuestra sociedad, recalcó Mercedes Roque, trabajadora del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano.
La discusión del Nuevo Código de las familias, avanzadísimo para un país con rezagos machistas como Cuba, demuestra la confianza del gobierno en el pueblo y viceversa, precisó Roque.
Durante el debate, celebrado en la sede de la embajada cubana, los participantes realizaron alrededor de 15 propuestas comprendidas en las categorías adición, modificación o eliminación.
Otros nacionales como los peloteros contratados en Japón y la especialista Sunamis Fabeloc, del Centro de Investigaciones de Política Internacional, transmitieron sus consideraciones a través de videoconferencia.
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