A través de un comunicado, la institución condenó las medidas ilegales y las prácticas arbitrarias en su contra emitidas por bancos oficiales, al tiempo que reiteró el compromiso de preservar los derechos de los depositantes.
El colectivo rechazó los resultados desfavorables de políticas financieras anteriores y las normativas injustas dictadas por las autoridades competentes, que los convirtieron en “chivos expiatorios” de los ahorristas comunes.
La declaratoria reconoció los daños sufridos por el sector bancario en los últimos años y aclaró la negativa a ser víctimas de posturas populistas formuladas como consecuencia del posicionamiento político. A su vez, la Asociación expuso que las disposiciones en su contra provocan repercusiones negativas en las relaciones de los depositantes y los bancos corresponsales extranjeros.
De acuerdo con el analista económico Patrick Mardini, el sistema bancario actual en El Líbano está compuesto por “bancos zombis”, pues no funcionan, no otorgan préstamos ni reciben depósitos.
A dos años de destaparse la crisis, la reputación de los prestamistas libaneses cayó al fondo con impacto en la devaluación de más de 100 por ciento de la moneda nacional y una inflación de 200 puntos porcentuales.
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