El cierre de grandes empresas y pequeños o medianos negocios empujaron a la pobreza extrema a cuatro millones 700 mil personas, indicó el Banco Asiático de Desarrollo (ADB).
Asakawa Masatsugu, presidente del ente, dijo que la pérdida de empleos y el empobrecimiento en general golpearon sobre todo a las mujeres, a los trabajadores jóvenes y sin calificación, a los del comercio minorista y a los ancianos.
Hasta mediados de marzo, los 10 países del sudeste asiático (Brunéi, Cambodia, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam) reportaban 26 millones 58 mil 280 casos, casi seis por ciento del total mundial, todos con grandes daños económicos.
Pero según el BAD, sus perspectivas de crecimiento son halagüeñas y probablemente sean superiores al cinco por ciento este año porque el 60 por ciento de la población está vacunada contra la Covid-19 y la mayoría ya se reabrió al turismo internacional, precisamente uno de los sectores más golpeados por la enfermedad.
El banco recomendó a aquellos países reforzar los sistemas de salud, realizar reformas estructurales para impulsar la productividad, reducir las barreras comerciales, apoyar a las pequeñas empresas y animarlas a adoptar nuevas tecnologías.
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