Los rubros más multados estuvieron dentro del sector energético como la electricidad (19,7 por ciento), gas licuado (22,9 por ciento) y gasolina (22,9 por ciento).
Las empresas minoristas japonesas justificaron el incremento de los importes con la elevada cotización del petróleo en el mercado internacional.
Lo mismo ocurre con los productos alimentarios frente al valor de las materias primas de procedencia foránea.
A propósito, se encarecieron la carne vacuna importada (11,1 por ciento), gyudon (9,1 por ciento) y curry de cocina (16,1 por ciento). También subieron de precio los productos derivados de la harina de trigo.
El coste del consumo básico, que excluye las tarifas fluctuantes de los alimentos frescos, se ha mantenido al alza en los últimos seis meses, precisó la cartera de Asuntos Internos.
Por otro lado, los cargos de la telefonía móvil cayeron un 53,6 por ciento, debido a la introducción de planes económicos por parte de las principales compañías de telecomunicación.
Aparejado al alza de precios al consumidor y en medio de la pandemia de Covid-19, se redujeron los gastos en los hogares japoneses, cuyos activos superaron los dos mil billones de yenes (más de 17 billones de dólares estadounidenses), comunicó el Banco de Japón.
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