La asociación Legambiente presentó un dossier en el que expone una hoja de ruta con tres propuestas para proteger y preservar esas importantes masas de agua, “con demasiada frecuencia maltratadas y sobreexplotadas”.
Recurso que, apuntó, cuya calidad y cantidad están cada vez más amenazadas por la urbanización, el crecimiento demográfico, la contaminación y el cambio climático.
El ente ambientalista recordó que la consecución de los objetivos establecidos por la Directiva Marco del Agua (2000/60), dirigida a lograr un buen estado de ese importante recurso natural, tanto cualitativa como cuantitativamente; su correcta planificación de usos para evitar su deterioro, entre otros.
Todos ellos relacionados con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas a favor de una gestión compartida y sostenible de los acuíferos, para garantizar universalmente el acceso al agua limpia y potable.
Legambiente explicó con ejemplos la sobreexplotación de las aguas subterráneas en Italia y los riesgos de mala calidad como consecuencia de la actividad humana.
Como primera prioridad el documento de Legambiente destaca el logro de los objetivos trazados por la Directiva Marco, la cual obliga a los Estados miembros a alcanzar un buen estado cualitativo y cuantitativo del agua en 2027.
Citó cifras del Instituto Superior para la Protección y la Investigación Ambiental que indican un retraso considerable de Italia en ese propósito, con solo el 75 por ciento de las masas de agua subterránea clasificadas y de ellas apenas el 61 por ciento presenta un estado químico «bueno», el 14 «escaso» y el 25 aún sin clasificar.
La segunda prioridad es la necesaria planificación de los usos del agua, para prevenir el deterioro cualitativo y cuantitativo, para lo cual es esencial un monitoreo constante que permita definir el impacto por actividades de descarga, captación y liberación sobre el recurso hídrico de un territorio.
Como último aspecto señaló la prohibición de la producción y comercialización de aquellas sustancias contaminantes, persistentes y bioacumulativas que generan problemas ambientales y de salud en algunas partes del país.
Mencionó en tal sentido el uso de perfluoroalquiladas, que contaminaron algunas partes de los acuíferos de las regiones de Véneto y Piamonte, también presente en numerosas zonas de Italia.
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