Este criterio lo recalcaron el martes voceros de la cadena hotelera cubana Gran Caribe.
Ese grupo señaló que mantienen alianzas con pequeñas y medianas empresas, proyectos de desarrollo local y trabajadores privados, que permiten reducir el costo de las operaciones turísticas, y mantener los niveles de calidad en sus instalaciones con categoría cinco estrellas.
El delegado de Gran Caribe en la región, Héctor Roura, explicó que más del 90 por ciento de los productos presentes en los restaurantes bufet y a la carta son de factura nacional.
Puntualizó que la empresa mantiene negociaciones con 14 actores económicos de esta índole. También establecieron contratos para el mantenimiento de habitaciones y la ambientación de espacios.
Como ejemplos, citó los nexos con el proyecto de desarrollo local Petalis para la decoración de áreas interiores y abiertas, y con la Asociación China para obtener insumos dedicados a los restaurantes de temática oriental.
El acercamiento a las formas de gestión no estatal materializa el propósito de aumentar la presencia de productos cubanos en las instalaciones de Gran Caribe, recalcó.
Ello se aprecia a partir de la concertación de negocios favorables para ambas partes, que posibiliten adquirir bienes y servicios con calidad y a precios justos, dijo.
Como resultado de estos encadenamientos se mantiene la variedad de viandas, frutas y ensaladas en los restaurantes bufet, indispensable para cumplir las normas de calidad relacionadas con la alimentación en instalaciones hoteleras.
Gran Caribe posee siete hoteles en el destino turístico Jardines del Rey, de ellos cuatro (Pullman Cayo Coco, Meliá Cayo Coco, Iberostar Daiquirí y Starfish Cayo Guillermo) están operativos y reciben clientes canadienses, argentinos y nacionales.
Dichos establecimientos llevan una ocupación que superó los 36 mil turistas-día al cierre de febrero de este año.
mem/rfc