Las probabilidades de que un fuerte sismo afecte a Tokio en el futuro son del 47 por ciento, mientras que para Nagoya y Osaka son del 46 y el 30, respectivamente, precisó el rotativo.
Una década después de que el terremoto de Tohoku en 2011 sacudiera la nación nipona, el riesgo de que potentes temblores golpeen las zonas costeras del Pacífico del país sigue siendo elevado, afirma.
La Central de Promoción de la Investigación Sísmica de Japón muestran que la región nororiental de Tohoku sigue siendo especialmente vulnerable a los terremotos con intensidades inferiores a seis o más fuertes, en la escala sísmica japonesa que llega a siete.
No se puede descartar la probabilidad de un movimiento telúrico de gran magnitud en cualquier región de Japón, comentaron las autoridades, que alertaron a los residentes no bajar la guardia y hacer lo posible para que sus viviendas estén preparadas para este tipo de evento.
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