“Allí se estaba formando un puño bastante poderoso, una poderosa infraestructura militar”, respondió el funcionario ruso a una pregunta de la prensa sobre la decisión reciente del bloque militar de crear nuevos grupos de combate multinacionales en Bulgaria, Hungría, Rumanía y Eslovaquia.
En tal sentido, Peskov recordó la instrucción vigente del presidente ruso, Vladimir Putin, al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, para que elaborara y le presentara propuestas de medidas para fortalecer el flanco occidental del país.
“Estos dos procesos pueden verse en el mismo plano, muy a nuestro pesar. Rusia nunca fue el iniciador. No estábamos avanzando hacia la OTAN. La OTAN se acercaba a nosotros, creándonos así peligros y preocupaciones”, advirtió.
El jefe del servicio de prensa del Kremlin manifestó que Rusia no se compromete a predecir si los cambios que vive el mundo pueden conducir al colapso de la OTAN, a la vez que consideró que el “periodo romántico” en las relaciones entre Moscú y la Alianza Atlántica terminó.
En tal sentido, recordó la cumbre Rusia-OTAN, realizada en Italia en 2002, tras la cual se firmó una declaración con planes para construir relaciones entre Moscú y el bloque euroatlántico.
“Todo esto se fue”, dijo, mientras aclaró que “el trabajo diario, las relaciones rutinarias consisten en que la OTAN fue creada y concebida como un instrumento de confrontación y sigue desempeñando esas funciones”.
Según Peskov, la OTAN no puede desempeñar otra función por su propia naturaleza, de ahí que así es como Moscú la trata.
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