De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS, por su siglas en inglés), por cada estadounidense en busca de trabajo hay casi 1,8 puestos disponibles, lo cual iguala el máximo histórico de diciembre de 2021.
Las empresas del país tuvieron en febrero pasado 11,3 millones de vacantes por cubrir, más de lo previsto por los economistas como parte del fenómeno denominado “La Gran Renuncia”, propio de la economía pandémica.
La mayoría de los empleados renunció a sus ocupaciones para encontrar mejores oportunidades en términos salariales y de condiciones laborales, debido al riesgo de contagiarse con el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
El número más elevado de trabajadores que dejaron sus puestos pertenecía al ramo de las ventas minoristas, la manufactura y la educación estatal y local.
Mientras, la mayor cantidad de vacantes disponibles eran correspondientes a los sectores de las artes, el entretenimiento y el ocio, los servicios educativos y el gobierno federal.
Una encuesta realizada por el diario The New York Times y la consultora Momentum reveló que el 17 por ciento de los estadounidenses no percibe un aumento de sus ingresos a la par de la inflación.
Existe preocupación entre la población norteamericana por esta alza de precios, que en febrero alcanzó un nivel no visto en 40 años, conforme a los últimos datos del Índice de Precios al Consumo.
Economistas explican que, además de los salarios, el fenómeno del abandono laboral se debe a factores como las renuncias postergadas a causa de la pandemia, las preocupaciones de salud, el agotamiento y el auge del trabajo híbrido o a distancia, los cuales aparecen en la preferencia de los empleados.
La pandemia de Covid-19 impactó negativamente el mercado laboral estadounidense, pues solo entre febrero y abril de 2020, la cifra de desempleados se elevó de 5 millones 717 mil hasta 23 millones 109 mil personas.
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