Un comunicado precisó que el presidente egipcio, Abdel Fattah El Sisi, y el jefe de la junta militar sudanesa, Abdel Fattah Al Burhan, abogaron por firmar un pacto equilibrado y beneficioso para todas las partes.
Tras una reunión en esta capital, ambos gobernantes consideraron el agua como un asunto de seguridad nacional para sus respectivos países.
En febrero Etiopía anunció que comenzó a generar energía a partir del GERD, lo cual fue duramente criticado por El Cairo, cuyas autoridades consideraron el hecho una violación de las normas adoptadas.
Esa decisión viola la Declaración de Principios firmada por ambos países y Sudán hace siete años, estimó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores de esta nación norafricana.
Tanto Sudán como Egipto reclaman una coordinación total en el llenado y operación de ese megaproyecto.
Patrocinada por la Unión Africana, en abril del pasado año colapsó la última ronda de conversaciones para resolver la disputa de una década.
Egipto afirma que la obra amenaza su cuota de agua del Nilo, del que depende casi por completo el consumo humano, la agricultura y la industria del país, con más de 100 millones de habitantes.
Por su parte, las autoridades de Addis Abeba consideran la GERD clave para abastecer de energía eléctrica a los más de 110 millones de habitantes de Etiopía e impulsar así el desarrollo socio-económico del país africano.
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