Durante la asistencia a la reunión, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, comentó que hace unos cuatro años se propusieron esa meta y pese al impacto de la pandemia de la Covid-19 el país podrá recaudar parte del dinero.
La energía es uno lo sectores recibe mayor atención de los inversores, por ejemplo los países del G7 anunciaron su compromiso de aportar unos ocho mil 500 millones de dólares para contribuir a romper la dependencia del carbón.
Otro de los aportes fue liderado por el Banco Africano de Desarrollo, que inyectó unos 400 millones de dólares para apoyar la transición energética, y según el presidente del ente bancario regional, Akinwumi Adesina, la cartera de la entidad en Sudáfrica asciende a tres mil 200 millones de dólares.
Por su parte, el miembro de la empresa minera Exxaro, Mzila Mithenjane estimó que de los 500 millones de dólares obtenidos en la campaña inversionista el sector minero ocupa una parte importante, con el platino como componente más respaldado.
En tanto, las empresas francesas anunciaron más de dos mil millones de dólares en nuevas inversiones en el país en los sectores de la salud, el turismo, el comercio minorista, la manufactura y la agroindustria.
La Conferencia de Inversiones de Sudáfrica es un intento de revitalizar la economía más avanzada de África tras repetidas recesiones y años de crecimiento estancado.
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