En una reunión con la junta directiva del Parlamento y los voceros de las bancadas parlamentarias, el mandatario dijo que “a partir del momento dejamos sin efecto la inmovilización ciudadana” vigente desde las 02:00 hora local de hoy.
Hizo el anuncio más de cuatro horas antes de finalizar la medida (a la medianoche), ante la relativa tranquilidad reinante en los barrios de la periferia de Lima, que ayer fueron escenario de bloqueos y disturbios.
La medida fue objeto de fuertes críticas de congresistas presentes y de diversos sectores políticos, inclusive cercanos al Gobierno, que mantiene en pie el estado de emergencia con suspensión de derechos como los de tránsito, reunión e inviolabilidad domiciliaria, así como el de ser detenido solo por orden judicial.
El mandatario, tras el anuncio, se excusó para retirarse y emitir el decreto del fin del toque de queda y la reunión siguió con la participación del primer ministro, Aníbal Torres, y los titulares de Economía, Energía y Minas, Agricultura, Transportes y otros.
Los participantes intercambiaron ideas sobre la crítica situación y exploraron consensos en torno a las medidas de atención a las demandas sociales, en particular que atenúen las alzas de precios originadas por problemas internacionales.
La reunión fue boicoteada por las bancadas de extrema derecha Fuerza Popular y Avanza País, que se negaron a participar alegando su oposición al toque de queda, aunque el tercer integrante de un bloque de esa tendencia, Renovación Popular, sí participó.
La bancada de Perú Libre, partido cogobernante, denunció que los legisladores de las dos bancadas ausentes azuzaban una marcha de varios miles de opositores de Castillo, convocados por Internet, que exigían su renuncia.
Cientos de los manifestantes intentaron romper una barrera de policías para llegar al palacio legislativo, sin conseguirlo, y lanzaron piedras contra la Policía.
Los uniformados respondieron con gases lacrimógenos y actuaron con inusual moderación, limitándose a contener a los opositores, sin reportar detenciones, mientras contaron entre sus filas con al menos cuatro agentes heridos por piedras.
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