Sobre Wydrzynska pesan acusaciones por ayudar a una mujer, víctima de violación, a conseguir la llamada “píldora del día después”.
Ese fármaco provoca en la gestante la interrupción del proceso de fecundación, una acción penalizada en este país que implementó una de las leyes más restrictivas de todo el continente en materia de aborto.
La acusada se expone a una pena de hasta tres años de prisión, según organizaciones no gubernamentales que exigieron aquí el fin del proceso y la retirada de los cargos.
Desde la Unión Europea cuestionaron la normativa implementada el pasado año por el gobierno nacional y que provocó manifestaciones en varias ciudades del país.
Tras su aprobación el aborto sólo es legal aquí cuando la vida o la salud de la mujer corren peligro o cuando el embarazo es consecuencia de una violación o incesto.
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