En un encuentro con trabajadores de Prensa Latina, el experto precisó que entre esos acuerdos respetados en el texto, -actualmente en proceso de consulta popular-, se encuentran la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
De ser aprobada, esta normativa impactará positivamente en la sociedad porque no impone un modelo único de familia y será resultado de la participación colectiva, comentó Redondo tras explicar los principales cambios de la legislación con respecto al código vigente desde 1975.
Consideró que desde entonces la sociedad cubana se ha transformado y por tanto necesita una ley más coherente con los nuevos tiempos. “El proyecto es una muestra de “evolución y justicia social”, afirmó el joven jurista.
En su presentación, Redondo destacó cómo el proyecto constituye un reflejo de la diversidad prevaleciente en la Cuba de hoy, y busca otorgar mayores derechos a las mujeres, ancianos, niños y adolescentes, personas con discapacidad o con preferencias sexuales distintas.
Se refirió a cuestiones polémicas como los conceptos de responsabilidad parental y autonomía progresiva, los cuales se intentan tergiversar y en realidad el primero reconoce a los niños como sujetos de derecho y el segundo busca respetar las decisiones de los menores en correspondencia con su capacidad.
En cuanto al matrimonio señaló que el hecho de proponer la unión consensual de dos personas sin importar su orientación sexual respeta el principio de igualdad que proclama la Constitución.
Recordó que los criterios expuestos sobre el Código en reuniones en barrios de todo el país y también en el exterior serán sometidos posteriormente a la consideración de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) para enriquecer el documento.
Finalmente, unos siete millones de electores serán convocados para un referendo en el cual se someterá a la aprobación de los cubanos.
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