“Durante este primer trimestre, Yacimientos de Litio Boliviano (YLB)ha logrado unos montos por venta de carbonato de litio de 130 millones de bolivianos (18,5 millones de dólares)”, afirmó el presidente ejecutivo de esa corporación estatal, Carlos Ramos.
En declaraciones a la cadena televisiva ATB, Ramos explicó que el volumen comercializado procedía de una instalación que trabaja en condiciones de pilotaje.
Sin embargo, mostró optimismo porque en el futuro el país altiplánico dispondrá en Uyuni de la Planta Industrial de Carbonato de Litio, cuya edificación está al 75 por ciento y debe comenzar sus operaciones a finales del año en curso.
Informó el dirigente empresarial que la capacidad productiva de esa fábrica será de 15 mil toneladas anuales, cifra que desean alcanzar en el menor tiempo posible debido al buen precio del mineral, recurso al cual calificó de “muy valioso”.
Ramos sostuvo que la visión del gobierno del presidente Luis Arce es industrializar el litio en el país, teniendo en cuenta que el Estado Plurinacional posee las mayores reservas de ese metal a escala planetaria.
Al ampliar sobre el tema comentó que el desarrollo de cátodos y la producción de baterías, en forma industrial, fortalecerá la cadena de valor de este mineral en la nación sudamericana.
Destacó que la cuantificación del litio está centrada en Uyuni, pero recordó que Bolivia posee 16 salares, entre los cuales mencionó los de Coipasa y Pastos Grandes, en Oruro y Potosí, respectivamente.
Agregó que esas zonas todavía no fueron exploradas y deben ser cuantificadas para precisar sus potencialidades.
Según YLB, Bolivia encara en la actualidad la industrialización del litio con la puesta en marcha de plantas de cloruro de potasio (agrofertilizante), carbonato de litio y baterías, a escala piloto e industrial en el salar de Uyuni.
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