Pequeños grupos llegados de diversos puntos de concentración previa confluyeron en la céntrica plaza San Martín, la cual estaba parcialmente ocupada por simpatizantes del partido cogobernante Perú Libre, aislados preventivamente para evitar choque con los grupos derechistas.
Ambos bandos intercambiaron consignas a favor y en contra de la continuidad del gobierno del presidente Pedro Castillo y hubo breves choques entre ambos que la Policía frenaba separándolos.
Entre los participantes había un grupo de militantes del viejo Partido Aprista, de origen socialdemócrata y cuya dirigencia se alínea hoy en la extrema derecha.
También la socialcristiana de extrema derecha Lourdes Flores, quien recibió el impacto en la cabeza de una botella de plástico llena de agua durante los incidentes entre opositores y defensores del gobierno.
Los apristas llevaban al frente un cartel que pedía el retiro de Castillo y de la vicepresidenta Dina Boluarte, lo cual, de concretarse, dejaría la presidencia en manos de la impopular presidenta del Congreso de la República, María del Carmen Alva.
La convocatoria, que circuló por Twitter y otras redes sin identificar a los promotores y llamaba a seguir las marchas hasta que renuncie el mandatario y lograr el fin del gobierno de Castillo.
El llamado parecía alentado por los miles de marchistas contra el jefe de Estado del pasado martes, al parecer motivados por el malestar existente ante la declaración del toque de queda por ese día.
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