Allí, los ensueños repletan las almas de los primeros pobladores de esa villa que tiene abundante magia e historias, y se asienta del otro lado de la Bahía de La Habana como un precioso símbolo de Cuba.
Cuentan que un tal Antonio El Peregrino trajo la imagen de la Virgen de Regla, patrona del lugar. Primero fue un óleo y luego se convirtió en silueta adorada, implantada en el lugar desde el siglo XVIII.
Escenario donde se mezclan una serie de nombres y leyendas, como la de Pedro de Aranda, un viajero, posible mensajero que llevara la virgen en una barca, o el Obispo de Hipona, nacido en un sitio tan difícil de encontrar en el mapa como Tagaste, África.
El Obispo, cuentan, recibió una revelación divina alrededor del año 436 A.N.E., por medio de la cual talló en madera la figura de la virgen de Regla, conservada luego en cierto sitio de América (desconocido actualmente), de donde llegó a Cuba.
Verdades o leyendas, la imagen es hoy fuerte presencia en el corazón de muchos cubanos, sobre todo de los reglanos, y en particular en las familias que profesan religiones de origen africano.
El caso fue que aparte de las creencias cristianas, esta se convirtió, por la imaginación de los esclavos africanos, en Yemayá, diosa del mar, cuyos colores son el azul y el blanco, y es madre de los restantes orishas (deidades de origen africano).
Tanto en una como en otra religión, la figura se adueña de Regla y posee una silueta fija en la ermita de ese lugar, venerada por cristianos y santeros (como se llama a los seguidores de los orishas).
Por tanto se enseñorea acompañada su silueta por tres pescadores, aunque no pueden confundirse con los de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, sincretizada como Ochún para los afrocubanos.
De cualquier manera, Regla es un lugar ideal para pasear, muy atractivo e interesante para los extranjeros.
La gente de ese pueblo tiene en alta estima el orgullo de pertenecer a ese pedazo de territorio, donde lo negro muestra su sello indiscutible desde 1687, su año de fundación.
En 1714 entonces se proclama a la Virgen de Regla como la patrona del pueblo. Cuando se desembarca aparece una concurrida avenida y calles empedradas, la más inmediata es Santuario, donde se encuentra la Ermita, y otros puntos de interés religioso.
Allí viven más de 41 mil personas, y a este poblado de pescadores se le unió Casablanca, que tomó vida en el propio siglo XVIII, en las faldas de la fortaleza colonial de La Cabaña, imprescindible para un viajero recorrerlos y conocer la historia de Cuba.
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