Horas después de divulgarse el dictamen del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que lo cesó en el cargo, sostuvo que la medida se debe a que se sumó al reclamo opositor de que renuncie el presidente Pedro Castillo.
“Yo resulto siendo muy incómodo para el Gobierno, y obviamente, el Ejecutivo usa un brazo largo que es el JNE; creo que hay manipulación y corrupción”, sostuvo en una conferencia de prensa, sin presentar fundamentos de lo dicho.
Intentó restar validez al motivo de su destitución, violar una norma legal que dispone que los alcaldes no pueden asumir otro cargo so pena de ser cesados y él se desempeñó en 2019 como miembro del directorio de la estatal Empresa de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal).
El conservador exalcalde alegó que lo hizo para ayudar a la comunidad, devolvió el dinero recibido por su labor y no deberían supuestamente sancionarlo y afirmó que “este Jurado corrupto lo ha hecho, eso se tiene que investigar, hay intereses ocultos”.
“No creo que se extrañe mucho a Muñoz, porque ha sido un alcalde ausente”, declaró Jorge Valdéz, concejal del municipio limeño, al aludir a la escasa obra del cesado y señalar que su destitución se ajusta a la ley.
Muñoz será reemplazado por el hasta hoy teniente alcalde, Miguel Romero, quien ejercerá el cargo por poco más de tres meses, hasta fin de año, pues el primero de enero el sillón municipal será ocupado por el alcalde que sea elegido en los comicios del 4 de octubre.
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