La medida se implementará a partir de junio próximo como parte de un paquete de emergencia concebido por el gabinete del primer ministro Fumio Kishida, para contrarrestar el aumento del costo de la vida.
Los primeros beneficiados serán los hogares monoparentales de escasos recursos donde haya personas menores de 18 años, incluso si ya reciben otro tipo de asistencia gubernamental como exenciones en el impuesto de la vivienda.
También podrán solicitar la ayuda del gobierno las familias con niños pequeños o de secundaria cuya situación financiera se vio comprometida recientemente.
Además de la contribución familiar, el programa de alivio del Ejecutivo nipón dirige subsidios a la gasolina, así como a pequeñas y medianas empresas con problemas económicos, entre las cuales figuran las ganaderas y otras asociadas a la producción de alimentos.
Para lograr sus objetivos, el gobierno elaboró un presupuesto de 13,2 billones de yenes (alrededor de 105 mil millones de dólares) que incluye presupuesto estatal y fondos del sector privado.
La tercera economía del mundo registra números rojos debido a la elevada cotización de los recursos energéticos y las materias primas importadas, la devaluación de su moneda nacional respecto al dólar, el pronunciado déficit comercial y el impacto de la pandemia de la Covid-19.
A propósito, Kishida dijo en conferencia de prensa que debían evitar a toda costa que el aumento de los precios se convierta en un cuello de botella para la recuperación de las actividades sociales y económicas del país, paralizadas durante casi dos años por la crisis sanitaria.
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