La medida de Moscú busca contrarrestar los efectos de las sanciones impuestas por la Unión Europea y Occidente contra el gigante eslavo tras el comienzo de la operación militar especial en Ucrania.
El 85 por ciento del gas y más de la mitad del petróleo que consume Hungría proceden de Rusia, razón que sustenta la decisión del ejecutivo de Budapest, según Szijjarto.
Otras naciones como Alemania y Polonia se negaron a pagar en rublos el combustible pero enviarán armas a Ucrania, hecho que según el Kremlin dilatará el enfrentamiento y podrá en riesgo la vida de civiles.
Las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk solicitaron ayuda a Moscú tras ocho años de asedio por parte de Kiev. Rusia aseguró que el operativo busca desmilitarizar y desnazificar Ucrania y no va dirigido contra la población civil.
Pero el conflicto provocó un éxodo masivo hacia países como Polonia, Rumanía, Alemania y otras naciones que también albergaron a efectivos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte para presionar al gigante euroasiático.
Las sanciones impuestas contra Rusia generarán un efecto bumerán que afectará a Occidente, según analistas.
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