En su boletín económico, publicado este jueves, el BCE señaló que las proyecciones recientes subestimaron sustancialmente el repunte inflacionario.
Los adelantos de ese indicador, medido por el índice armonizado de precios de consumo (IAPC general) para 2020 fueron bastante precisas pese a la irrupción de la pandemia de la Covid-19.
Pero en el primer trimestre de 2021 comenzaron a producirse ciertas subestimaciones, que se acentuaron a partir del tercer trimestre de ese año.
La subestimación del primer trimestre de 2022 supuso el mayor error de inflación a un trimestre vista -una diferencia de dos puntos porcentuales entre el dato observado y la proyección de diciembre de 2021- desde que se elaboraron las primeras proyecciones en 1998.
Los precios mayoristas del gas y de la electricidad y los del petróleo registraron tasas de crecimiento interanual excepcionalmente elevadas en los últimos trimestres.
Concretamente, del 540 por ciento interanual en el caso de los valores del gas, y del 390 por ciento de la electricidad en el mercado mayorista, en el cuarto trimestre de 2021.
Ello se debió a la guerra en Ucrania y al bumerán que significan las sanciones de occidente contra Rusia.
En los ascendientes elaboradas por el BCE, los supuestos relativos a los precios de las materias primas energéticas se establecen en función de los futuros basados en el mercado, una práctica habitual entre los bancos centrales y las instituciones internacionales.
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