El legislador hizo la declaración en una sesión del Congreso, donde rechazó la afirmación del marino jubilado Luis Giampietri, quien en un acto público afirmó que Bermejo intentó asesinarlo en la década pasada a él y al entonces presidente neoliberal Alan García.
Bermejo calificó como cobardes las afirmaciones de Giampietri, quien era vicepresidente de García y deploró que el Parlamento lo hubiera presentado en el acto de homenaje a los militares que hace 25 años rescataron a un grupo de rehenes.
Señaló que el hecho ofende la majestad del Congreso por invitar al almirante retirado (quien fue uno de los rescatados) y tiene pendientes acusaciones por violaciones de derechos humanos y de corrupción.
Aludió así a su participación en la matanza de más de un centenar de encarcelados del grupo armado Sendero Luminoso en la isla presidio El Frontón, en la represión a una protesta de los presos, en junio de 1986 (bajo el primer gobierno de García), a cargo de la Infantería de Marina que Giampietri comandaba.
Giampietri sostuvo que Bermejo conspiró bajo el último gobierno de García (2006-11) y se encontraron explosivos en su casa y fue investigado por terrorismo y quedó impune.
Ofreció entregar a la mesa directiva del Congreso un expediente policial de 360 páginas sobre el hecho, para que se expulse a Bermejo.
El congresista señaló que ese expediente es “un mamarracho” que fue rechazado por el Poder Judicial en todas las instancias y aclaró que no fue acusado de asesinato sino de tenencia de armas y explosivos, falsedad que verificó la justicia.
Calificó de “infeliz” al marino jubilado, lo que motivó la furia de legisladores de extrema derecha, entre ellos legisladoras que lo insultaron y le gritaron “terrorista”, incidente terminado con el retiro de adjetivos por ambas partes.
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