El incidente violento ocurrió el domingo por la mañana en el condado de Prince William, durante un juego en los campos de atletismo de la Escuela Media Louise A. Benton.
Según la sucursal de la cadena NBC en el estado, los disparos ocurrieron después de que surgiera una discusión entre un grupo de personas en las gradas.
La policía está trabajando para encontrar al sospechoso. Los dos hombres que recibieron los disparos, que no han sido identificados, están siendo tratados por las heridas de bala en un centro hospitalario local.
«Nuestros pensamientos están con aquellos que han sido impactados por este incidente», comentó la policía este lunes en un comunicado.
Durante conversaciones con la prensa, los padres describieron la situación como un “caos” y un “suceso aterrador”, en el que temieron por su vida y la de sus hijos.
Las escuelas públicas del condado de Prince William no respondieron inmediatamente a la solicitud de comentarios de NBC News el lunes, solo un representante del distrito dijo que estaban al tanto del tiroteo.
El incidente violento fue al menos el tercero que ocurre cerca o durante un evento deportivo juvenil en Estados Unidos en menos de una semana.
También se escucharon disparos cerca de un partido de béisbol de la escuela secundaria Santa Rita de Casia, en el lado suroeste de Chicago el jueves pasado.
Según el canal de noticias, el tiroteo ocurrió en un McDonald’s cercano a la escuela, pero hicieron que los jugadores y los espectadores se agacharan y corrieran para guarecerse.
El 25 de abril, la policía acudió a Pepperhill Park, en North Charleston (Carolina del Sur), después de que se escucharan detonaciones de armas de fuego mientras se celebraban varios partidos de béisbol de jóvenes.
No se informó de ningún herido. La policía ofrecía una recompensa de 10 mil dólares por información que condujera a un sospechoso o sospechosos.
La violencia se ha vuelto cotidiana en Estados Unidos. En febrero pasado, más personas murieron por armas de fuego que durante todo un año calendario en otros países de altos ingresos, según la publicación Everytown for Gun Safety.
Durante el 2021, más de 20 mil personas murieron a causa del uso de esos artefactos, sin contar los suicidios, mientras la industria armamentística defiende la tenencia como un derecho constitucional, sin importar que su falta de control sea el detonante principal de la crisis.
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