Roberts ordenó a la oficina del alguacil que investigara la revelación. «Esta fue una singular y atroz violación de esa confianza que es una afrenta a la Corte y a la comunidad de servidores públicos que trabajan aquí», dijo en un comunicado.
Pese a que no es una decisión definitiva, el fallo contra el aborto pudiera ocurrir en julio, según fuentes del entorno de la Corte.
Si se aprueba lo que maquinaron los magistrados, la mayoría seleccionados por gobiernos republicanos y de posiciones conservadoras, la decisión dejaría en manos de cada estado la determinación de la legalidad de la interrupción del embarazo..
Los demócratas prometen luchar para proteger ese derecho, mientras que los republicanos condenan la filtración.
Hoy tras la divulgación del dictamen, los manifestantes se concentraron frente al Tribunal Supremo y se podía oír al otro lado de la calle cuando los miembros del Congreso entraban en el Capitolio.
El presidente Joe Biden pidió a los votantes que eligieran a más partidarios del derecho al aborto en el Congreso para que los legisladores puedan codificar los principios de Roe en la legislación federal, incluso si los jueces revocan la decisión.
Ese derecho constituciona fue establecido por primera vez por el tribunal en 1973 y si se aprueba su revocación, quedaría en mano de los estados la decisión de si debe ser legal o no, lo que dará lugar a un mosaico de leyes diferentes en todo el país, a menos que el Congreso intervenga y vuelva a establecer una política nacional única, opinan expertos.
Una encuesta realizada por la televisora CNN en enero reveló que sólo el 30 por ciento de los estadounidenses quería que el tribunal anulara completamente el caso Roe, mientras que el 69 por ciento se oponía.
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