La medida busca amortiguar el rápido aumento de una inflación que escaló a un 7,9 por ciento, el nivel más alto en ese país desde 1982.
Se espera que el panel de política monetaria de la Fed anuncie este miércoles una subida de tipos de 0,5 puntos porcentuales, el doble de lo que suele ser una subida de tipos de interés, ya que el banco se apresura a adelantarse a un aumento de precios.
En 2021 la Fed se abstuvo de incrementar los tipos de interés desde los niveles cercanos a cero, mientras aumentaba la inflación, esperando que los factores relacionados con la pandemia que impulsaban los precios se desvanecieran junto con la Covid-19, informó el diario The Hill.
Pero la combinación de una economía estadounidense tórrida, los persistentes problemas de la cadena de suministro, la guerra en Ucrania y los billones de dólares en estímulos alimentaron un aumento de un 6,6 por ciento en los precios desde el pasado mes de marzo, según el indicador de inflación de la Fed.
Una valoración de The Hill, publicación especializada en temas del Congreso, precisó que la Fed sube los tipos de interés mucho más rápido que en ciclos anteriores, y el rango de tipos de interés de referencia del banco sigue siendo lo suficientemente bajo como para estimular la economía.
Tras una subida de 0,25 puntos porcentuales en marzo, el rango de referencia de la Fed se sitúa ahora entre el 0,25 y el 0,5 por ciento, aproximadamente 1,5 puntos porcentuales por debajo de lo que los funcionarios de la Reserva esperan que sea a finales de año.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, expresó su confianza en que el banco puede frenar la inflación sin provocar que las empresas despidan empleados, dado el elevado número de puestos de trabajo abiertos, explicó The Hill.
Pese a que se esperan buenos resultados con este paso, un número creciente de economistas teme que la Reserva Federal no sea capaz de lograr un aterrizaje suave, dado lo alto que subió la inflación, lo bajo que es su rango de tipos de interés de referencia y los muchos factores globales que podrían interponerse.
Aunque la mayoría de los economistas esperan que Estados Unidos evite una recesión este año, muchos perciben que los riesgos son considerablemente elevados para 2023 o 2024, algo peligroso en un año donde habrá elecciones presidenciales.
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