De acuerdo con los primeros resultados, la organización dirigida por el líder de la Oposición en el Parlamento, Keir Starmer, ganó en Westminster, Barnet y Wandsworth, tres localidades capitalinas que estuvieron bajo el dominio Tory durante décadas.
Los laboristas también lograron mayoría en los ayuntamientos de Cumberland (norte) y Southampton (sur), y aunque todavía se cuentan los votos en más de la mitad de los 145 municipios que fueron a las urnas, Starmer aseguró que estas elecciones representan un momento crucial para su partido después de la derrota humillante en los comicios generales de 2019.
Hemos regresado desde las profundidades del 2019 para demostrar que estamos listos para las elecciones generales después de los cambios que hicimos, aseguró el líder laborista este viernes desde Barnet, en el norte de Londres.
El ejercicio electoral de la víspera apenas abarcó 145 de los más de 300 concejos municipales ingleses, pero son vistas como un termómetro para medir la popularidad del actual partido gobernante tras el escándalo por las fiestas ilegales celebradas en la residencia del primer ministro Boris Johnson durante la cuarentena por la pandemia de Covid-19.
Según analistas, los votantes también podrían aprovechar los comicios para dejar clara su posición sobre el aumento de la tarifa energética y de los impuestos aprobados por el gobierno de Johnson.
Además de en Inglaterra, hubo elecciones en los 32 ayuntamientos de Escocia y los 22 de Gales, mientras que en Irlanda del Norte se votó para escoger a los 90 miembros de la asamblea (parlamento) local, pero los resultados de esos territorios aún no están disponibles.
En el caso de la provincia norirlandesa, existe gran expectativa por la posibilidad de que el partido nacionalista Sinn Fein logre por primera vez la mayoría en el gobierno semiautónomo que comparte con los unionistas desde los acuerdos de paz de 1998.
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