Asimismo, según una nueva actualización climática emitida por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las previsiones sitúan en un 93 por ciento las posibilidades de que, al menos un año entre 2022 y 2026, se convierta en el más cálido registrado y sustituya a 2016 de ostentar ese récord.
Se vaticina, igualmente, que la anomalía de la temperatura del Ártico, en comparación con el promedio de 1991-2020, sea más de tres veces mayor frente a la media global.
Además, los patrones de precipitación estimados para este año en comparación con el promedio de la última década del siglo XX, sugieren una mayor probabilidad de condiciones más secas en el suroeste de Europa y América del Norte, y más húmedas para el norte de Europa, el Sahel, el noreste de Brasil y Australia.
“Este estudio muestra, con un alto nivel de habilidad científica, que nos estamos acercando considerablemente a alcanzar temporalmente el objetivo más bajo del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático”, manifestó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
La cifra de 1,5 °C no es una estadística aleatoria, abundó, sino más bien un indicador del punto en el que los impactos serán cada vez más dañinos para las personas y, de hecho, para todo el planeta.
La posibilidad de superar temporalmente los 1,5 °C ha aumentado constantemente desde 2015, cuando era cercana a cero, alertó el reporte.
Para los años entre 2017 y 2021 hubo un 10 por ciento de probabilidad de superación, pero ese cálculo aumentó a casi el 50 por ciento para el lustro venidero, refirió.
De acuerdo con la fuente, la actualización anual aprovecha la experiencia de científicos de renombre internacional y los mejores sistemas de predicción de los principales centros climáticos de todo el mundo para producir información procesable para los tomadores de decisiones.
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