Al menos cinco de las víctimas eran niñas, y de ellas dos sufrieron abuso sexual por parte de los secuestradores, señaló el documento en el cual citaron además tres asesinatos.
Las cifras son menores que las reportadas en enero y febrero, cuando la entidad identificó 60 y 50 casos de este tipo, respectivamente, sin embargo, el Cardh advirtió que el acumulado del primer trimestre prácticamente duplica a igual periodo en 2020.
Gedeon Jean, coordinador del organismo, aseguró que actualmente el secuestro tiene ‘una aspecto económico y electoral’, y muchos líderes de bandas declararon recibir fondos para mantener a las personas prisioneras.
A inicios de marzo, el Gobierno dictó una serie de medidas para luchar contra el fenómeno que se recrudeció desde mediados del pasado año.
El Ejecutivo prohibió el uso de cristales polarizados en los vehículos, a excepción de los oficiales y los relacionados con embajadas, mientras las autoridades prometieron controlar el acceso a las tarjetas de teléfonos móviles.
Además, se creó una comisión para frustrar los secuestros, y comenzó la colaboración con la Policía de Colombia, al tiempo que reforzaron los controles de aduanas, aseguraron las autoridades.
En 2020, el Cardh registró más de 730 raptos por rescate, aunque otras organizaciones de derechos humanos aseguran que la cifra real supera el millar.
En un informe ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, las oficinas del organismo internacional en Haití, revelaron que los secuestros se duplicaron en 2020, con respecto al año anterior, e incluso afectaron a niños en edad escolar.
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