Los ministros de Agricultura de esa agrupación afirmaron el sábado que la suspensión de las exportaciones de trigo de India debido a una ola de calor agravará la crisis de aprovisionamiento mundial de cereales provocada por el conflicto en Ucrania.
Este grupo de las naciones más poderosas del planeta (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido), examina los elementos apremiantes de la actualidad, con pocas soluciones para las naciones más pobres.
En la reunión instaron a India a asumir sus responsabilidades como miembro del G20, que reúne a las principales economías avanzadas y emergentes.
India, segundo mayor productor mundial de trigo, prohibió el sábado la exportación del grano, a menos de que la operación cuente con una autorización especial del gobierno.
Por demás, los ministros de Exteriores del G7 demandaron a Rusia que ponga fin al bloqueo de las exportaciones de grano ucraniano, mientras las sanciones de occidente contra Moscú se manifiestan como un bumerán contra la economía de Europa, sobre todo en cuanto a energía.
El comunicado, alcanzado tras una reunión de dos días en el norte de Alemania, subraya que la guerra en Ucrania empeoró los pronósticos económicos globales.
La subida de los precios de la comida, el combustible y la energía dejaron a 43 millones de personas al borde de la hambruna, según dijeron en el encuentro.
En ese sentido, la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, recordó que hay 25 millones de toneladas de grano bloqueadas en los puertos ucranianos.
Sin embargo, los ministros prometieron durante esta jornada ampliar las sanciones económicas contra Rusia, dirigiéndolas a sectores particularmente dependientes. También el G7 apuntó a China por no plegarse a los designios europeos.
En la reunión se puso de manifiesto el deseo del mundo industrializado por acelerar sus esfuerzos para poner fin a su dependencia de la energía rusa, según el comunicado final.
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