El operativo lo ejecuta la Oficina de Transporte local y enfatizará en los registros de las comunicaciones entre los capitanes y sus empleadores, los protocolos en casos de tormenta y que los dispositivos tecnológicos cumplan las normas de funcionamiento, destacó la prensa nacional.
Esta auditoría excluye a Shiretoko Pleasure Cruise (empresa propietaria del Kazu 1 que naufragó el pasado 23 de abril con 26 pasajeros a bordo), la cual ya fue examinada como parte de las investigaciones oficiales sobre el fatal accidente.
A principios de mayo, el presidente de la referida empresa nipona, Seiichi Katsurada, pidió su dimisión y ahora enfrenta acusaciones por negligencia profesional.
El allanamiento realizado a la oficina de Katsurada confirmó fallas de seguridad, pues en el libro de registro de comunicaciones por radio aparecen varios espacios en blanco, correspondientes a viajes previos del Kazu 1, comunicó la guardia costera de Japón.
De acuerdo con la Oficina de Telecomunicaciones de Hokkaido, Shiretoko Pleasure Cruise recibió el año pasado un grupo de directrices administrativas para que implementara en el barco un sistema de comunicación que se ajustara a las normativas.
En lugar de la radio comercial exigida, la firma nipona utilizaba un equipo radioaficionado para comunicarse con el bote de recreo, cuyo uso está prohibido excepto en casos de emergencia, precisó el organismo.
Es probable que Shiretoko Pleasure Cruise mantuviera los estándares obsoletos hasta el día del siniestro, reseñó la cadena de noticias NHK.
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