Durante una reunión en el Palacio de Gobierno, Salam resaltó el trabajo conjunto con el Ministerio de Agricultura para lograr un equilibrio entre la importación de trigo y la producción nacional a fin de contribuir a la seguridad alimentaria del país.
La autoridad señaló que el plan establece disminuir las proporciones en la llegada de trigo desde el extranjero y potenciar la cosecha en todo el territorio.
El titular de economía descartó la escasez del cereal al asegurar que recientemente el Banco Central liberó un crédito de 21 millones de dólares para la compra de aproximadamente 45 mil toneladas, mientras el país ya disponía de otras 40 mil.
La semana pasada Líbano anunció la aprobación por parte del Banco Mundial de un préstamo de emergencia por valor de 150 millones de dólares para facilitar una ayuda subsidiada que cubra los venideros nueve meses del cereal.
En el último mes, el gobierno reiteró que no tiene planes inmediatos para levantar los subsidios al pan, especialmente a la harina utilizada para hacer pan árabe plano, el principal alimento básico de Líbano.
La nación con costas al mar Mediterráneo enfrenta su peor crisis económica de los últimos 150 años que coloca hoy a cuatro de cada cinco ciudadanos en la pobreza, según Naciones Unidas.
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