Árboles caídos, techos y fachadas destruidos, así como ventanas con cristales rotos resultó el panorama en Paderborn tras el paso de la tormenta este viernes en horas de la tarde, mientras que en Lippstadt, a unos 30 kilómetros de distancia, las ráfagas de viento derribaron el campanario de una iglesia, indicaron medios de prensa.
Especialistas del Servicio de Meteorología explicaron que el encuentro del aire cálido procedente de España y el frío procedente del norte alemán provocaron el tornado que se produjo tras varios días con temperaturas inusualmente altas para la época del año.
Además informaron que en Renania-Palatinado se registró la caída de granizos de tamaño poco común.
Los expertos recordaron que en julio pasado fuertes lluvias provocaron graves inundaciones en estas regiones con saldo de 180 personas fallecidas.
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