Los choferes colocaron autobuses a los dos lados de la avenida, lo cual paralizó el tráfico, y amenazaron con extender el movimiento y bloquear otras rutas si las autoridades no asumen sus responsabilidades y restablecen el clima de paz.
Los manifestantes criticaron que los grupos armados que allí operan exigen elevadas sumas de dinero para permitir el paso, y ni siquiera cuentan con la seguridad de que no serán atacados.
Desde mediados del pasado año, las bandas intensificaron sus operaciones en el área y obligaron a más de 20 mil personas a abandonar Martissant, otrora zona residencia de Puerto Príncipe.
A inicios de este mes dos autobuses fueron secuestrados en Martissant mientras cubrían la ruta Puerto Príncipe-Les Cayes, y los individuos armados intentaron detener otro vehículo, pero este logró escapar, denunció entonces el coordinador de la Asociación de Propietarios y Choferes de Haití, Mehu Changeux.
Por su parte, en febrero otro grupo tiroteó un autobús público, matando a un policía e hiriendo a varios pasajeros. En esa misma demarcación hombres armados secuestraron a finales del pasado año al menos dos ómnibus con más de 50 pasajeros.
El primer ministro Ariel Henry reconoció la semana pasada que sin seguridad el país no podrá avanzar y llamó a los “amigos” de Haití, a apoyar de manera concreta las necesidades de la Policía para detener el crecimiento y la expansión de las pandillas.
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