El Departamento de Seguridad Pública de Texas confirmó que el tirador, un joven de 18 años identificado como Salvador Ramos, murió cuando la policía lo confrontó en el centro educativo Robb en la localidad de Uvalde, a unos 133 kilómetros al oeste de San Antonio.
El sargento Erick Estrada, uno de los funcionarios a cargo de la investigación, dijo a la cadena estadounidense CNN que el autor de la matanza portaba chaleco antibalas, un rifle y una mochila y entró a varias aulas disparando con el arma.
Señaló que previamente baleó a su propia abuela, quien fue trasladada en estado crítico a un hospital en San Antonio.
Se suponía que el calendario escolar terminaría el jueves antes de las vacaciones, pero en lugar de planes de verano ahora los padres lloran a sus hijos.
Uvalde tiene una población de aproximadamente 15 mil personas, de las cuales más del 80 por ciento son hispanos y aproximadamente el 21 por ciento viven por debajo del umbral de la pobreza, según la Oficina del Censo.
El tiroteo, que según la policía ocurrió poco antes del mediodía, amplificó un debate nacional ya angustioso sobre la necesidad de una legislación que regule las armas de fuego ante la asombrosa cifra de violencia armada en Estados Unidos.
Este martes las banderas estadounidenses en todo el país ondean a media asta en honor a las víctimas del más reciente tiroteo ocurrido en una nación donde los hechos violentos de ese tipo ascienden a más de 200 y las víctimas fatales por esa causa superan las 17 mil, según la organización Archivo de la Violencia Armada.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo un pronunciamiento la víspera en el cual lamentó lo sucedido y en cuanto a la legislación de control de armas, el mandatario pidió a los miembros del Congreso que «convirtieran este dolor en acción».
Los legisladores se niegan a limitar el acceso a los armamentos en un país donde diariamente más de un centenar de personas es víctima de disparos, pero la poderosa Asociación Nacional del Rifle presiona a los legisladores para rechazar cualquier cambio.
Dos propuestas para regular esos artefactos fueron aprobadas por la Cámara Baja en marzo de 2021, pero languidecen en el Senado, donde los demócratas mostraron hasta ahora poco interés por una batalla para encontrar los 10 votos republicanos necesarios para superar avanzar.
Mientras se mantiene el desacuerdo en el Capitolio sobre un proyecto al respecto, es la población, en especial las minorías negra y latinas, la que ponen las cuotas de muertos y afectados por el flagelo, evidencian encuestas y estadísticas oficiales.
El de este martes fue el segundo tiroteo masivo ocurrido en el país en los últimos 10 días, después del ataque de un supremacista blanco que que mató a 10 personas —en su mayoría negras- en la ciudad neoyorquina de Buffalo.
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