El bote turístico avanza sobre una barcaza de la empresa Nippon Salvage hacia el puerto de Abashiri, donde tendrán lugar las investigaciones oficiales para determinar las causas exactas del sinestro ocurrido el pasado 23 de abril, en el cual murieron 14 personas y otras 14 siguen en paradero desconocido, precisó el organismo.
Para la exitosa extracción del casco de 19 toneladas, los rescatistas utilizaron cinturones de nailon envueltos alrededor de la proa y la popa y ajustado a un marco de acero bajado con cables, detallaron las autoridades niponas.
A principios de esta semana, un primer intento permitió levantar la nave que yacía a 120 metros sobre el lecho marino cerca de las cataratas de Kashuni, en la península de Shiretoko. Sin embargo, mientras la remolcaban a aguas menos profundas otro accidente provocó nuevamente su hundimiento a más de 180 metros.
La Guardia Costera comunicó también que continuarán la búsqueda aérea y marítima de los pasajeros desaparecidos. Asimismo, apresurarán las coordinaciones con Rusia para identificar los dos cuerpos hallados en la isla Kunashiri (una de las Kuriles).
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