Desde Chuquisaca, el vocero basó su información en una nota del rotativo Ahora el Pueblo, la cual cita al FMI al señalar que “Bolivia tiene una de las tasas inflacionarias más bajas del continente americano y del mundo, que estará por debajo del 5 por ciento (…)”.
Según Richter, los organismos internacionales revelan indicadores económicos “que nadie puede ocultar, manipular, ni acomodar”.
Datos publicados por los Institutos Nacionales de Estadísticas y Bancos Centrales de 18 naciones de la región confirman que las miles de sanciones aplicadas por Estados Unidos y sus aliados contra Rusia tras el inicio de su operación militar en Ucrania dispararon este indicador.
A ello se unió el incremento del consumo debido al levantamiento de las restricciones sanitarias por la pandemia de Covid-19, lo cual originó una escalada en los precios de los alimentos y los combustibles con la correspondiente pérdida del poder adquisitivo, principalmente en los sectores más vulnerables.
En este contexto, el índice inflacionario de Argentina en abril, por ejemplo, fue el más alto de Latinoamérica con un seis por ciento, y otros 10 países estuvieron por encima de la unidad porcentual a partir de Brasil (1,06).
Una posición ventajosa ocupa la nación altiplánica respecto a la variación acumulada entre enero-abril (0,41 por ciento), muy por debajo de su más cercano seguidor, Ecuador (1,67 por ciento) y bien lejos de Argentina, que marcó 23,1 unidades porcentuales.
En términos interanuales, Bolivia también registra el menor índice con 0,87 por ciento, mientras una potencia económica de Sudamérica como Argentina reporta los 58 puntos sobre 100, Brasil el 12,13 por ciento; Paraguay 11,8 unidades porcentuales y Chile 10,5 por ciento.
Un reciente estudio publicado por The Economist Intelligence Unit (EIU, por sus siglas en inglés) concluyó que Bolivia es el país latinoamericano mejor posicionado para resistir los efectos de las sanciones de Estados Unidos y sus aliados contra Rusia.
Tal análisis de las repercusiones originadas por las represalias de Occidente contra Moscú confiere al país suramericano el mejor puntaje en estabilidad económica, bajos índices de inflación, pagos de intereses e ingresos del sector público controlados.
En 2021, Bolivia registró una inflación del 0,9 por ciento, también la más baja de la región, gracias a las políticas y medidas aplicadas con su modelo económico, social, comunitario productivo en busca de la reactivación del país, según datos del Banco Central.
A tono con esta realidad, esta semana, por ejemplo, el presidente Luis Arce aseguró en un tuit que “la reactivación económica es una realidad en #Chuquisaca. En 2021, su Producto Interno Bruto #PIB real creció en 9 por ciento, frente a la caída de -9,8 por ciento experimentada en 2020”.
En su cuenta de Twitter Arce felicitó a ese departamento al detallar que el PIB nominal en esa jurisdicción ascendió a dos mil 130 millones de dólares el año pasado y el percápita llegó a tres mil 256 unidades de esa moneda.
Como parte de las celebraciones del aniversario 213 del primer grito libertario de América Latina, firmado en 1809 en Sucre, capital departamental, el jefe de Estado cumplió en ese territorio un programa de apertura de obras económicas y sociales.
Entre otras inauguró el Edificio Central del Banco Unión en Sucre, inversión que demandó unos 43 millones de bolivianos (unos seis millones de dólares), que según expresó apoyarán a la industrialización del departamento y del país.
Igualmente, estrenó los modernos laboratorios de Ibmetro, sobre el que aseguró que “garantizarán los Patrones Nacionales de Medición en el sur del país, siendo un gran aporte a los sectores de hidrocarburos, minería, construcción y alimentos, entre otros, promoviendo la defensa del consumidor”.
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